Liberar para el ministerio
Alonso Meza
El pensamiento clave de esta semana dice: "¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!" (Rom. 10:15).
I. Comparte la experiencia con tus amigos
Durante esta semana propóngase realizar un "ministerio" especial con sus amigos; analice la situación de vida de sus amigos más allegados y planee un "ministerio" a través del cual usted pueda brindarles el apoyo que necesiten. Es necesario escoger actividades en las cuales usted se sienta más cómodo. Por ejemplo:
a) Si sus amigos tienen problemas con sus niños pequeños porque carecen de material espiritual para instruirlos en casa, prepare, consiga con otros amigos o compre un juego de algún material apropiado y déselos para que ellos lo usen en casa. Trate de que estos materiales puedan reutilizarse en otras casas, comience este ministerio.
b) Reúna en su casa a los adolescentes y prepare una actividad social (comida, juegos, desafíos) en la cual ellos se puedan involucrar, agréguele luego una condición (ellos puede llevar a un amigo no adventista, que lleven preparado un reto, que hayan aprendido un texto o gema, que se lea cierto libro).
Un ministerio puede comenzar en casa y poco a poco ir extendiéndose, lo importante es compartir la idea y que ésta despierte intereses.
II. Reflexionando.
Observa (toma fotos) y escribe todo lo sucedido en el "ministerio" que has iniciado, comparte con otras personas tu experiencia e invítalas a formar parte de tu "ministerio" o a que ellos inicien otro en áreas de necesidades que presente la iglesia o el vecindario.