Testimonio y Servicio: Frutos del reavivamiento
Ismael Castillo
1. Para tus reflexiones - Una concepción global.
¿Fórmula del reavivamiento?
Oración + Estudio de la Biblia = (Testimonio + Servicio)Espíritu Santo
La fórmula, ¿es una desembocadura natural? Es decir, si oro y estudio la Biblia, ¿el testimonio y el servicio son resultados automáticos?
¿Qué otros resultados puede haber en lugar del testimonio y el servicio?
Lee la nota introductoria para el sábado. Además lee con mucho cuidado la sección del martes y escribe tus propias anotaciones.
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¿En dónde pondrías en la fórmula el elemento “vidas transformadas”?
OraciónEspíritu Santo + Estudio de la BibliaEspíritu Santo = Vidas transformadas(Testimonio + Servicio)Espíritu Santo
El Espíritu Santo es quien potencia nuestras oraciones (Romanos 8:26); el Espíritu Santo es quien nos guía a toda verdad en el estudio de la Biblia (Juan 14:16, 17, 26; 16:13); el Espíritu Santo transforma y potencia la vida de los creyentes con una experiencia de testimonio y servicio. (Hechos 2:38, 43-47).
En esta dinámica espiritual no podemos perder de vista el liderazgo del Espíritu Santo para asegurar el sano equilibrio de nuestras vidas
Conforma el ciclo de la fórmula:
“Si trabajáis como Cristo quiere que sus discípulos trabajen y ganen almas para El, sentiréis la necesidad de una experiencia más profunda y de un conocimiento más amplio de las cosas divinas, y tendréis hambre y sed de justicia. Intercederéis con Dios y vuestra fe se robustecerá; vuestra alma beberá en abundancia de la fuente de salvación. El encontrar oposición y pruebas os llevará a leer la Escritura y a orar. Creceréis en la gracia y en el conocimiento de Cristo y adquiriréis una rica experiencia.” El Camino a Cristo, página 79.
Lee con atención los siguientes pasajes: Mateo 28:19, 20; Marcos 16:15; Lucas 24:45-49; Juan 20:21.
¿Qué te parece esta dinámica de los deseos de Dios?
· “Discipular”
· Visión global
· Testimonio poderoso
· Enviados, embajadores en nombre de Cristo
Y ahora, dale consideración al hecho de que en la primera predicación de Pedro, en el Pentecostés el grupo original de cristianos aumentó ¡25 veces!
¿Qué número resultaría si tu congregación aumentara 25 veces su número actual? (Lee la sección del lunes).
Feligresía aumentada 25 veces
2. Comienza a compartir
Haz una lista de las transformaciones que han ocurrido en tu vida, lo que Dios ha hecho por ti… ¿En qué medida te proveen oportunidades para el testimonio?
Lo que Dios ha hecho Oportunidades
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Asume el liderazgo
· Prepara una lista de los miembros que se retiraron o que no vienen habitualmente a la iglesia. Comienza a orar por ellos y hazte acompañar por algunos amigos para ir a visitarlos una vez al mes.
· Identifica los hospitales de tu localidad y prepara un plan para visitar a los enfermos y sus familias un sábado o domingo por mes.
· Forma un grupo para distribuir publicaciones en las casas, en las plazas, en las terminales de transporte.
· ¿Hay algunas otras ideas que llegan a tu mente?
3. Estudio adicional
Lee el capítulo 9 de El Camino a Cristo: “El gozo de la colaboración”.
Algunas declaraciones:
· “Cuando atesoramos el amor de Cristo en el corazón, así como una dulce fragancia, no puede ocultarse. Su santa influencia será sentida por todos aquellos con quienes nos relacionemos. El espíritu de Cristo en el corazón es como un manantial en un desierto, que se derrama para refrescarlo todo, y despertar en los que ya están por perecer ansias de beber del agua de la vida.” Pág 77.
· “Tan pronto como uno acude a Cristo nace en el corazón un vivo deseo de hacer saber a otros cuán precioso amigo encontró en el Señor Jesús. La verdad salvadora y santificadora no puede permanecer encerrada en el corazón. Si estamos revestidos de la justicia de Cristo y rebosamos de gozo por la presencia de su Espíritu, no podremos guardar silencio. Si hemos probado y visto que el Señor es bueno, tendremos algo que decir a otros. Pág. 78.”
· “No debéis esperar mejores oportunidades o capacidades extraordinarias para empezar a trabajar por Dios. No necesitáis preocuparos de lo que el mundo dirá o pensará acerca de vosotros. Si vuestra vida diaria atestigua la pureza y sinceridad de vuestra fe, y los demás están convencidos de que deseáis hacerles bien, vuestros esfuerzos no serán enteramente perdidos.” Pág. 83.