Estrategias de repaso y comparte
Ana Harper
ESTRATEGIAS DE REPASO
1. ESTRATEGIA 1: IDENTIFICANDO NUESTROS DONES Y MULTIPLICÁNDOLOS:
a. De las citas bíblicas que se presentan a continuación, haz una lista de los dones que el Espíritu Santo ha dado y está dando a los miembros de su iglesia. (Ver 1 Corintios 12: 8-10, Romanos 12:6-8 y Efesios 4:11)
b. Entendiendo que estas listas no pretenden ser completas, agrega otros dones que no están señalados de manera explícita, pero que consideras que igualmente útiles.
c. De la lista elaborada, subraya aquellos dones que consideres que tienes.
d. De los marcados como que los tienes, asígnale un número del 1 al 10 (1 es lo menos y 10 lo máximo) que represente el grado de uso que consideras que estás aplicando a cada uno de ellos.
e. Ahora, observa los dones que no marcaste. Pensando en la probabilidad de que Dios te haya dado algún don espiritual que tú no has notado, marca uno o dos de esos dones no marcados, y piensa que te podrías disponer a incursionar en su práctica con la posibilidad de que, en realidad, lo hagas bien, y muy bien!, después de algunos intentos. De esa manera podrías estar aumentando la cantidad de dones que Dios te ha permitido tener.
2. ESTRATEGIA 2: ¿CUÁL DECLARACIÓN ES LA CORRECTA? Lee con cuidado una vez más, los versículos siguientes: 1 Corintios 12: 8-10, Romanos 12:6-8 y Efesios 4:11 y a raíz de lo que dicen, identifica cuál de las declaraciones que se citan a continuación, es la correcta. (La respuesta correcta es “c”)
a. Identificamos en nosotros un don, lo dedicamos al Espíritu Santo y con el, cumplimos la misión que nos ha sido encomendada
b. Desarrollamos por la práctica un nuevo don, lo dedicamos al Espíritu Santo y con él cumplimos la misión.
c. Si descubrimos un nuevo don en nuestra vida, es porque el Espíritu Santo nos lo ha querido dar; y eso significa que él nos ha asignado una misión en el cual utilizarlo.
d. Aceptamos una misión, le pedimos al Espíritu Santo que nos ayude a desarrollar los dones para poder cumplir la misión, y finalmente lo recibimos por la fe y la práctica.
e. El don lo hemos heredado y, a través del Espíritu Santo, lo podemos dedicar para ayudar en el avance de la obra.
3. ESTRATEGIA 3: CONTESTANDO PREGUNTAS:
a. ¿CUÁNTAS MANERAS HAY DE DESCUBRIR QUE TENEMOS UN NUEVO DON? Veamos algunas posibles respuestas:
i. Cuando sentimos entusiasmo por una determinada actividad.
ii. Cuando fácilmente podemos tomar una iniciativa propia por ayudar en algún ministerio.
iii. Cuando nuestra actividad tiene éxito.
iv. Cuando somos nombrados por la comisión de nombramiento de la iglesia para alguna actividad o ministerio espiritual.
v. Cuando terceras personas nos invitan a participar en alguna determinada actividad.
vi. Simplemente probando lo desconocido.
vii. Ejercitando los dones que ya tenemos, somos capacitados para otros distintos o parecidos.
viii. Pida a cada miembro que escriba en una hoja, que luego va a entregar, los dones que cree que posee cada uno de los demás miembros de su clase. Luego junte las opiniones de los demás acerca de una misma persona, y preséntese en a la clase. ¡Es posible que haya algunas sorpresas!
b. ¿TODOS LOS DONES SON IGUALMENTE IMPORTANTES, O HAY ALGUNOS MÁS Y OTROS MENOS IMPORTANTES? Explica tu respuesta.
i. Una idea que puede ayudar en la respuesta: En las manos del Espíritu Santo, TODOS los dones son igualmente importantes. Es cierto que, por el momento, la circunstancia o la necesidad, algunos parecen brillar más que otros; pero está demostrado en la historia bíblica, que Dios puede lograr grandes éxitos a través de cualquier persona, por “grande” o humilde que sea, que está dispuesta a ser usada por Dios en el cumplimiento de una misión. (ejemplos: La reina Esther, la niña cautiva en la casa de Naamán, etc.).
c. SI SE ESTÁ INCURSIONANDO EN LA POSIBILIDAD DE DESCUBRIR QUE SE TIENE UN NUEVO DON ¿CUÁNTAS VECES HABRÁ QUE PROBAR PARA COMPROBAR SI SE LO TIENE O NO?
i. Cuantas veces, la verdad, no lo sé. Pero una cosa sí sé: que, a veces, probar una sola vez no será suficiente.
ii. Un ejemplo: Si alguien está iniciándose en el don de la predicación, con una vez que predique puede no es suficiente para saber si en verdad será poderoso en su predicación. Es posible que tenga que predicar varios sermones, e incluso recibir alguna preparación al respecto. Lo mismo puede ser con una hermana que se inicia en el arte de dirigir un departamento de niños como maestra durante la Escuela Sabática.
d. EN EL OTRO EXTREMO (al del inciso “c” de estar buscando nuevos dones) SI YA SE TIENE BIEN IDENTIFICADO LOS QUE SE POSEEN ¿ES CORRECTO INSISTIR EN NO “DISTRAERSE” CON ACTIVIDADES QUE NOS APARTEN DE ELLOS?
i. Ver Hechos 6:1-7 Posible respuesta: Delegar responsabilidades con mucho cuidado, para poder seguir usando nuestros dones ( En el caso de los apóstoles, la predicación).
4. ESTRATEGIA 4: HACIENO ANALOGÍAS. Hace algún tiempo escuché una ilustración basada en los botones: esos pequeños objetos que llevan las prendas de vestir. Suelen ser de diferentes colores, texturas, tamaños, diseños y suelen cumplir también diferentes funciones algunos llegan a ser indispensables, otros, menos “importantes” pero suficiente como para considerarlos que estén en el lugar asignado. Algunos visibles y otros ocultos pero no por ello menos valiosos. ¿Te identificas en algún grupo?
Consideren en la clase las lecciones de servicio que nos podrían ofrecer estos nobles objetos tan comunes, y compartan con los compañeros de la clase para enriquecer esta lista. Una lección importante es que para ser útiles, los botones deben estar pegados a algo (la tela); de la misma manera, nosotros necesitamos estar unidos a Cristo y entonces nuestra utilidad será invaluable
“No tiene límite la utilidad de aquel que, poniendo el yo a un lado, deja obrar al Espíritu Santo en su corazón, y vive una vida completamente consagrada a Dios. “ DTG, 216:1
TESTIFICACIÓN
1. Abra espacios durante el repaso de la lección para que algunos miembros de su clase puedan dar testimonio de cómo han dado uso a los dones recibidos por el Espíritu Santo y cuáles han sido los resultados y satisfacciones experimentadas. Permita que otros miembros más jóvenes le puedan hacer preguntas.
2. Prepárese también para dar testimonio a personas que no son de la iglesia, de cuán satisfactorio ha sido trabajar para Cristo. Asegúrese de expresar con gusto y emoción las experiencias vividas por y para Cristo.