La relación entre La Ley y el Evangelio

Abraham Murillo Menéndez

domingo 8 de junio, 2014

En esta ocasión comentaremos la lección a través de preguntas y sus respectivasrespuestas, de manera que puedas comunicarlas a tus familiares y amigos.

Las iglesias dela Reforma, desde el principio distinguieron la Ley y el evangelio como las dos partes de la Palabra de Dios.

1.       ¿Qué es la "Ley" y que es el "Evangelio" en las Escrituras?(Relacionado con la sección del domingo). De manera general,Berkhof (1995),señala que" la ley comprende todo lo que hay en la Escritura como revelación de la voluntad de Dios en forma de mandato o de prohibición, en tanto que el evangelio para todolo que hay,seaen el Antiguo o Nuevo Testamento, correspondiente ala obra de reconciliación y queproclamael amor de Dios en Cristo Jesús que busca y redime. Y cada una de estas dos partes tiene su propia función en la economía de la gracia. La ley procura despertar en elcorazón delhombre la contrición respecto del pecado, en tanto que el evangelio quiere despertar en el hombre la fe salvadora en Cristo Jesús"(Teología Sistemática, p. 731).En el folleto de Escuela Sabática, se menciona que la palabra hebrea "torá" incluía todas las instrucciones divinas dadas por Dios para el pueblo de Israel fueran estas civiles, sanitarias, ceremoniales como nación y también los principios morales (decálogo) de la vida que son eternos, como eterno es Dios. En el NT se utiliza en griego la palabra "nomos", que significa instrucción. Por lo tanto, la palabra Ley en el AT como en el NT se refiere a las instrucciones divinas, sólo que no salvan, guían; nos hacen reconoceraquellos asuntos que debemos corregir, nos hacen sentir la necesidad de Cristo. Además, la Ley y el evangelio no se pueden separar, porque ambas vienen del mismo Dios que es Eterno.

2.       ¿Salva la Ley? ¿Si no somos salvos por guardar la Ley, entonces cuál es su función?(Refiere a la sección del martes)

Jesús  transmitió a los que vivían bajo el régimen de la Ley, el mensaje de que la salvación no es cuestión de observancia sino derelaciones. Quién salva no es la Ley, sino su autor.

Elena G. de White escribió: "La Ley de Dios condena al pecador, señalando los defectos de su carácter. Pero ustedes pueden estar de pie ante esa Ley toda la vida y decir: "Límpiame. Prepárame para el cielo". ¿Podrá hacerlo? No. No hay poder en la ley para salvar al transgresor de su pecado. ¿Entonces qué? Cristo tiene que actuar como nuestra justicia (Polanco, J. V.2012, p. 262, refiere a Sermones escogidos, p. 106).

Al leer los pasajes en los que Jesús habla de la Ley vemos que para él:

     a.       La Ley expresa la voluntad constante de Dios para el  hombre: "No he venido para suprimir ni una jota ni un tilde de la Ley" (Mateo 5:17-18; Lucas 16:17).

     b.      La finalidad de la Ley es proteger la vida en todas sus dimensiones: "Si quieres entrar en la vida, guarda los Mandamientos" (Mateo 19:17; Marcos 10:19; Lucas 18:20).

     c.       En su reformulación de la Ley, Jesús no reduce sus exigencias sino que profundiza sus intenciones. En vez de detenerse en las formas, va directo a las motivaciones: "Oísteis que fue dicho: "No matarás", pero yo os digo: "No hagáis daño ni siquiera de palabra"(Mateo 5:21-48).

     d.      Como la ley se resume en el amor y este constituye su esencia (Mateo 22:35-40),"Quién ama a Dios, guarda sus mandamientos" (Juan 14:15-21; 15:10).

     e.      Siendo su mejor intérprete, Jesús nos revela su sentido (Lucas 24:44) y nos ayuda a vivir la Ley: "Sin mí nada podéis hacer." (Juan 15:5). (Badenas, 2000, pp. 220, 221).

El pastor Bullón comenta que existen tres funciones.

     a.       Romanos 3:20, dice: "Porque por las obras de la  ley ninguno será justificado ante él, ya que por medio de la ley se conoce el pecado.".  La ley nos hace conocer o saber nuestros errores.

     b.      Salmo 119:5,6 "¡Cuánto deseo afirmar mis caminos para cumplir tus decretos!  No tendré que pasar vergüenzas cuando considere todos tus mandamientos". La ley es como un cerco de protección y advertencia para que el ser humano no se desvíe del camino.

     c.       Romanos 7:7, ¿Qué pues diremos, la Ley es pecado? De ninguna manera, pero yo no conocí el pecado sino por la Ley, pero no. La tercera función de la Ley es darnos a conocer lo que es pecado, para hacernos sentir la necesidad de la gracia de Dios.

3. Por cuánto creemos que la ley, incluyendo el sábado, debe guardarse, ¿por qué debemos ser cuidadosos de no caer en la trampa del legalismo? (Refiere al martes y viernes)

El enemigo del evangelio y de la ley es el legalismo.El legalismo implica pretender cumplir la ley sin relacionarnos con el Dador de la ley: es creer que nuestra fe en Cristo no es suficiente, que a fin de cuentas, la salvación depende de nosotros.

Para Jesús la función de la ley no era la misma que para los fariseos. "El fariseísmo tendía a depender la salvación de la cantidad de buenas acciones realizadas. A su visión cuantitativa de la Ley, opone una visión cualitativa basada en las motivaciones y las intenciones. Lo que cuenta es la calidad de la actitud y de la relación con el otro" (Mateo 5:21-26). (Badenas, 2000, p.222).

El legalismo es la típica conducta farisaica que se siente orgullosa de dar el diezmo de la menta, el eneldo y el comino y al mismo tiempo descuidar lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe (Mateo 23:33).

Badenas comenta que: "En la parábola del buen samaritano (Lucas 10:30-37), Jesús denuncia cómo en nombre de la Ley, el sacerdote y el levita pasan de largo, al lado del hombre herido, amparándose en que el reglamento les prohibía tocar sangre o cadáveres humanos. En nombre de la gracia, sin embargo, el samaritano se hace cargo del herido y lo lleva al lugar de socorro más cercano, gozoso de haber llegado a tiempo para salvar una vida".

El problema del legalismo radica en que pasa por alto dos hechos que nadie podría rebatir:Nunca dejaremos de necesitar la gracia de Dios y el amor es la esencia de la ley. El legalismo mata nuestro crecimiento espiritual.

"El evangelio no ha abolido la Ley ni ha reducido un ápice de sus demandas. Aún exige santidad en todo aspecto. No hay tal cosa como invalidar la ley por la fe en Cristo. La ley es el eco de la propia voz de Dios que invita a cada alma: "Asciende un poco más alto; sé santo, siempre más santo". (Polanco, J. V.2012, refiere a Sermones escogidos, t1,pp.260,261.)

4.       ¿El sábado algo más que descanso? (Relacionado con la sección del miércoles y jueves)

El concepto  de "descanso" en el sentido hebreo de "shabbat"- representa mucho más que una simple interrupción de la actividad o la cesación de un esfuerzo.

La intención humana del sábado bíblico no es laboral o humanitaria, es de índole espiritual (Salmo 46:10). Se trata de una conmemoración a la vez de la creación y de la liberación de Egipto (Éxodo 20:8; Deuteronomio 5:15).El sábado nos lleva de la esclavitud del trabajo a la libertad del descanso, y nos recuerda que todo lo debemos a Dios.

Es el día personal de la libertad,  es el día señalado especialmente para la adoración comunitaria (Éxodo 20:8-11), es el día de disfrutarla felicidad espiritual.

El sábado no es santo porque tú no trabajas, sino porque Jesús está presente y lo separó desde el principio de la creación para ser un día de adoración.

"Jesús no se reconoce Señor de un sábado que esclaviza, frustra y atormenta, vivido como un sacrificio. Ninguna abstención observada sin amor, por temor u obligación, puede convertir el reposo en un acto espiritual". (Badenas, 2000, p. 162).

Bibliografía

Badenas, Roberto (2000). Más allá de la ley. Editorial Safeliz, España.

Berkhof,L (1995). Teología Sistemática.

Bullón, A. (2002). Comentario lección 10. Pan de Vida.Recuperado el 24 de noviembre de 2012.

Polanco, J. Vladimir (2012). Tres libros en uno. Complemento para la lección Escuela Sabática. México.

Santa Biblia. Nueva Reina Valera. (2000). Sociedad Bíblica Emanuel. Miami, EE.UU.