"Y os alegraréis delante de Jehová vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestros siervos y vuestras siervas, y el levita que habite en vuestras poblaciones; por cuanto no tiene parte ni heredad con vosotros" (Deuteronomio 12:12).

"Y habitaré en medio de ellos"

domingo 17 julio, 2011

"Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, en el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Jehová, en el santuario que tus manos, oh Jehová, han afirmado" (Éxodo 15:17).

Esta es la primera mención de un santuario en las Escrituras. Lo cantaban los hijos de Israel como parte del canto de liberación después de su salida de Egipto. El versículo habla no solo acerca del Santuario, sino también implica que será la morada de Dios en la Tierra. La palabra hebrea traducida como "morada" viene de una raíz que significa, literalmente, "sentarse". ¿Estaba Dios realmente por vivir, por "sentarse", entre su pueblo aquí en la Tierra?

Lee Éxodo 25:1 al 9. ¿Cuáles son los dos puntos principales que aprendemos de estos versículos, y por qué son tan asombrosos? (Mientras piensas en la respuesta, reflexiona acerca de quién es Dios, su poder, su majestad y su poderío.)

El Dios que liberó a Israel ahora habitaría entre ellos. El mismo Dios que fue capaz de realizar tantas "señales y milagros" increíbles (Deuteronomio 6:22), el Dios que creó los cielos y la tierra, viviría ahora entre su pueblo. La presencia de Dios estaría cerca.

Sobre todo, él viviría en un edificio que los seres humanos caídos habían hecho. Él, que habló y los mundos aparecieron, podría haber dicho la palabra y creado una estructura magnífica. En cambio, hizo que su pueblo estuviera íntimamente involucrado en la creación del lugar, no solo para ser su morada, sino también para ser el centro de toda la adoración israelita.

Los israelitas no hicieron el Santuario de acuerdo con normas humanas. Por el contrario, "conforme al [...] diseño [...] lo haréis" (Éxodo 25:9). Cada aspecto del Tabernáculo terrenal había de representar al Dios santo en forma apropiada y debía ser digno de su presencia.

Todo en ello debía inspirar un sentido de majestad y reverencia. Después de todo, esta era la morada del Creador del universo.

Imagina estar frente a un edificio y saber que dentro de esa estructura moraba Yahweh, el Dios Creador, el Señor del cielo y de la tierra. ¿Qué clase de actitud habrías tenido, y por qué? ¿Qué te debe decir tu respuesta acerca de la actitud que deberías tener durante la adoración?

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