"Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne" (Gálatas 5:16).

EL CAMINO A LA VICTORIA

jueves 15 diciembre, 2011

El conflicto interior entre la carne y el Espíritu siempre existirá en el corazón del creyente, pero la vida cristiana no tiene que estar dominada por la derrota, el fracaso y el pecado.

De acuerdo con Gálatas 5:16 al 26, ¿cuál es la clave para vivir una vida en la que el Espíritu reine sobre la carne?

Gálatas 5:16 al 26 contiene cinco verbos clave que describen el tipo de vida en la que reina el Espíritu. Primero, el creyente necesita "andar" en el Espíritu (versiculo 16). El verbo griego es peripatéo, que significa "andar alrededor". Los seguidores del famoso filósofo griego Aristóteles llegaron a ser conocidos como los peripatéticos, porque seguían a Aristóteles por todas partes. El verbo está en presente e implica, para Pablo, que no debe ser algo ocasional, sino una experiencia diaria continua. Además, como la orden es "andar" en el Espíritu, es una elección que tenemos que hacer diariamente.

El segundo verbo es "ser guiados" (versiculo 18). Esto sugiere que debemos permitir que el Espíritu nos guíe por donde debemos andar (comparar Romanos 8:14; 1 Corintios 12:2). Nuestra tarea es la de seguir, no la de guiar.

Los siguientes dos verbos aparecen en Gálatas 5:25. El primero es "vivir" (záo en griego), y se refiere a la experiencia del nuevo nacimiento, que debe marcar la vida de cada creyente. Pablo usa el presente, lo que señala que este debe ser renovado diariamente. Como vivimos por el Espíritu, Pablo sigue diciendo que necesitamos "andar" por el Espíritu. La palabra "andar" es diferente de la del versículo 16. Aquí es stoijéo. Es un término militar que significa "trazar una línea", "mantener el paso". La idea es que el Espíritu no solo nos da vida sino también deberá dirigir nuestras vidas diariamente.

El verbo que Pablo usa en el versículo 24 es "crucificar". Esto golpea un poco. Si hemos de seguir al Espíritu, debemos hacer una decisión firme de hacer morir los deseos de la carne. Por supuesto, Pablo está hablando figuradamente. Crucificamos la carne al alimentar nuestra vida espiritual y hacer morir de hambre los deseos de la carne.

¿Qué cambios y elecciones debes hacer a fin de tener las victorias prometidas, victorias en Cristo que ahora te esquivan continuamente?

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