“Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará” (Isaías 33:22).

CONCLUSIÓN

viernes 10 febrero, 2012

“Los diez santos preceptos pronunciados por Cristo sobre el Monte Sinaí, eran una revelación del carácter de Dios, y dan a conocer al mundo el hecho de que él tiene jurisdicción sobre toda la heredad humana. La Ley de los diez preceptos del mayor amor que pueda presentarse al hombre es la voz de Dios que habla al alma desde el cielo prometiéndole: ‘Haz esto, y no quedarás bajo el dominio y el gobierno de Satanás’. No hay negaciones en esta ley aunque así parezca. Su sentido es: ‘Haz esto y vivirás’ [...] El Señor ha dado sus santos Mandamientos para que sean un muro de protección en torno de sus seres creados” (HHD 55).

“En la obra de la redención no hay compulsión. No se emplea ninguna fuerza exterior. Bajo la influencia del Espíritu de Dios, el hombre está libre para elegir a quien ha de servir. En el cambio que se produce cuando el alma se entrega a Cristo, está la más completa sensación de libertad. [...] Pero cuando deseamos ser libertados del pecado y, en nuestra gran necesidad, clamamos por un poder exterior y superior a nosotros, las facultades del alma quedan dotadas de la fuerza divina del Espíritu Santo y obedecen los dictados de la voluntad, en cumplimiento de la voluntad de Dios.

“La única condición bajo la cual es posible la libertad del hombre es que éste llegue a ser uno con Cristo. ‘La verdad os libertará’; y Cristo es la verdad. [...] La sujeción a Dios significa la rehabilitación de uno mismo, de la verdadera gloria y dignidad del hombre. La Ley divina, a la cual somos inducidos a sujetarnos, es la ‘ley de libertad’ (Santiago 2:12)” (DTG 431, 432).

Preguntas para Dialogar:

1.Analicen las respuestas a las preguntas de la sección del jueves. ¿A qué se parece el guardar la Ley sin amor? ¿Cuándo se manifiesta? ¿Cómo es el amor sin la observancia de la Ley? ¿Qué clase de amor es? ¿Por qué ambos deben estar unidos?

2.¿De qué maneras revela la Ley el carácter del Legislador? ¿Cómo es Dios?

3.¿Qué quiere decir Elena de White cuando, en la cita más arriba, habla acerca de la Ley como la “ley de libertad”? ¿Cómo puede igualarse la observancia de la Ley con la “libertad”?

4.¿Qué ejemplos podemos encontrar, en lo que nos rodea, de lo que sucede cuando la gente viola la Ley de Dios? ¿Cuán poderoso es el testimonio de estos ejemplos de valores y de la validez continua de esa Ley?

Resumen: La Ley de Dios es una expresión de su amor y, cuando amamos como Dios nos ama, revelaremos la Ley en toda su belleza y poder.

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