"Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación" (1 Tesalonicenses 4:7).

LA VOLUNTAD DE DIOS: SANTIFICACIÓN

lunes 13 agosto, 2012

Primera de Tesalonicenses 4:3 al 8 es una unidad completa de pensamiento. La voluntad de Dios para cada creyente de Tesalónica es "santidad" y "santificación" (1 Tesalonicenses 4:3, 4, 7). Pablo explica esto en las dos cláusulas siguientes: que cada creyente "se aparte de la inmoralidad sexual", y "controle su cuerpo" (1 Tesalonicenses 4:3, 4, NVI). Pablo concluye con tres motivaciones para una vida santa (1 Tesalonicenses 4:6-8): a) Dios es vengador en estos asuntos, b) él nos ha llamado a santificación, y c) nos ayuda con su Espíritu. Consideremos este pasaje con más detalle.

Lee 1 Tesalonicenses 4:3 y 7. ¿Cómo están ligados estos dos versículos? ¿Cuál es el mensaje de ambos, y de qué manera este mensaje es relevante hoy?

El versículo 3 se apoya en el versículo 1: Pablo les recuerda cómo debían "conducirse"; es decir, su conducta moral y ética diaria. En el versículo 3, otro concepto hebreo describe la vida espiritual y el crecimiento: "santidad" o "santificación".

Una definición de santidad es "puesto aparte para un uso sagrado". Pero Pablo le da un significado más específico aquí. La santidad es la condición de ellos al regreso de Jesús (1 Tesalonicenses 3:13). En el capítulo 4, Pablo enfatiza el proceso en vez del resultado, con un término de acción: "santificando" en vez de "santificación". Es la voluntad de Dios que estemos ocupados en este proceso (1 Tesalonicenses 4:3).

Pablo no apoya un evangelio libre de ley. Los que están en Cristo tienen requisitos de conducta. En el versículo 7, lo opuesto a "santificación" es "inmoralidad" o "impureza" (NVI). Pablo lo explica en el versículo 3: "que os apartéis de fornicación" o "que se aparten de inmoralidad sexual" (NVI). La palabra para "inmoralidad sexual" es pornéia, en griego, que va de la pornografía a la prostitución, u otra actividad sexual fuera del matrimonio.

Aunque la salvación es por la gracia de Dios mediante la fe, la vida cristiana debe ser una vida de crecimiento, buscando la perfección que nos ha sido prometida en Cristo.

El don de la sexualidad es una evidencia del amor de Dios por nosotros. Pero, se ha abusado tanto de este don que ya es una maldición, y causa mucho sufrimiento y tristeza. ¿Qué elecciones nos protegerán de hacer este abuso?

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