“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero” (1 Tesalonicenses 4:16).

ALENTAOS UNOS A OTROS

jueves 23 agosto, 2012

En 1 Tesalonicenses 4:13, 17 y 18, ¿cuál es el propósito de la segunda venida de Jesús?

La profecía no está para satisfacer nuestra curiosidad, sino para enseñarnos cómo vivir hoy. Para Pablo, el orden de los eventos finales tiene implicaciones prácticas para la vida diaria. La profecía afecta la forma en que nos relacionamos con Dios y con los demás. Pablo usó estos eventos para consolar a quienes perdieron seres amados.

En 1 Tesalonicenses 4:16 y 17, ¿qué aspectos de la segunda venida no se cubren allí? Ver Juan 14:1-3; Mateo 24:31; Hechos 1:9-11.

Este texto dice que los creyentes se reunirán con Jesús en el aire, a fin de estar con él para siempre. La clave es reunirnos unos con otros y con Jesús. El texto no dice nada acerca de a dónde van después del encuentro inicial, pero Pablo tampoco dice que, en la segunda venida, Jesús y los creyentes descenderán del cielo y reinarán aquí. En el pasaje, los santos solo suben. Los creyentes muertos resucitan primero y luego, con los creyentes vivos, ascienden juntos para encontrarse con el Señor en el aire.

Pablo da más información en 1 Corintios 15:23 y 24. Aquí hace una comparación entre la experiencia de Jesús y la de los que están "en Cristo". Jesús resucitó y ascendió al cielo como "primicias"; así, los que están en Cristo tendrán una experiencia similar.

El destino inmediato de los santos está claro en Juan 14:1 al 3. Cuando Jesús venga, llevará a los discípulos a donde él está (el cielo); no se unirá con ellos donde están (en la Tierra). Por eso creemos que, durante los mil años después del retorno de Jesús (Apocalipsis 20:4-6), los justos estarán con él en el cielo, los malvados estarán muertos y Satanás estará confinado en la Tierra sin nadie a quién tentar. Solo después del milenio, los fieles volverán a la Tierra para vivir en ella (2 Pedro 3:13; Apocalipsis 3:12).

Considera cuán "fuera de este mundo" es nuestra esperanza. Después de todo, ¿qué esperanza de largo alcance nos ofrece este mundo? ¿Cómo podemos aprender a no quedar entrampados en lo que no ofrece esperanza?

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