“Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición” (2 Tesalonicenses 2:3).

EL PROBLEMA

domingo 16 septiembre, 2012

¿Qué tema atiende Pablo en 2 Tesalonicenses 2? ¿Cuán relevantes son sus palabras para nosotros? ¿Cómo afrontamos desafíos similares dentro de nuestra iglesia con respecto a los eventos del tiempo del fin (fijar fechas, teorías de conspiración, y otras), aunque nuestro contexto sea diferente? ¿Qué principio similar también nos confronta constantemente aquí? 2 Tesalonicenses 2:1-3.

No hay evidencia clara, aquí, de que la iglesia hiciera preguntas acerca de la segunda venida de Jesús. Pero, Pablo percibe un problema y se ocupa de él. La idea de nuestra "reunión con él" nos recuerda lo que el apóstol escribió en su carta anterior (1 Tesalonicenses 4:15-17).

Las palabras de Pablo aludían a la advertencia dada por Jesús (Mateo 24:1-13). Los tesalonicenses habían sido "fácilmente" confundidos con información recibida en el poco tiempo que había pasado desde que el apóstol escribiera su primera carta.

Pablo no identifica la fuente de esa confusión. Por "espíritu" (2 Tesalonicenses 2:2) tal vez se refiera a una enseñanza profética, quizá de un falso profeta, o una mala comprensión de su primera epístola. La segunda posible fuente era una enseñanza pasada de boca en boca entre los miembros. Cuando menciona una "carta como si fuera nuestra", Pablo se refiere a una carta falsa en su nombre, o al mal uso de una de sus cartas genuinas.

No importa cuánto un pastor vigile a su iglesia, hay muchas maneras en que pueden entrar ideas falsas. Puede ser más fácil para los miembros aceptar un rumor que examinar las Escrituras por sí mismos. A veces las ideas nuevas pueden aun ser bíblicas en parte, pero no están en armonía con enseñanzas bíblicas complementarias.

Este parece haber sido el problema en Tesalónica. Los tesalonicenses conocían mucho acerca de la segunda venida de Jesús y de los eventos que la precederán. Pero tendían a enfatizar un extremo u otro sin las perspectivas que los equilibran. No habían atendido la advertencia de Jesús acerca de buscar señales de su regreso (Mateo 24:4-8). Como resultado, ellos lamentaban la demora del retorno de Jesús (1 Tesalonicenses 4:13-15). Aquí, ellos parecen haber sacado la conclusión de que ya estaban en medio de los eventos finales.

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