“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”

Juan 5:39

EL MINISTERIO PERSONAL

miércoles 01 enero, 2014

Abundan los ejemplos del ministerio público de Cristo. Igualmente fascinantes son sus encuentros personales, tanto con personas comunes como con miembros de la élite social. Estas historias ofrecen vislumbres singulares de la centralidad de la Escritura en el ministerio de Cristo.

Lee Juan 13:18 al 20; y Lucas 10:25 al 28 y 24:13 al 32. ¿Qué lugar ocuparon las Escrituras en estos pasajes? ¿Qué propósito tenía Jesús al citar esos versículos específicos? ¿Qué resultó de estos encuentros de pequeños grupos con las Escrituras?

Repetidamente Cristo citó las Escrituras junto con su llamado al discipulado. Esto muestra con claridad que la autoridad de Jesús y su credibilidad descansaban sobre las Escrituras, no solo sobre el carisma personal. Esto se ve especialmente en la manera en que Jesús usó las Escrituras al trabajar con dos discípulos potenciales que estaban en camino a Emaús.

“Empezando con Moisés, Alfa de la historia bíblica, Cristo expuso en todas las Escrituras las cosas concernientes a él. Si se hubiese dado a conocer primero, el corazón de ellos habría quedado satisfecho. En la plenitud de su gozo, no habrían deseado más. Pero era necesario que comprendiesen el testimonio que les daban los símbolos y las profecías del Antiguo Testamento. Su fe debía establecerse sobre estos. Cristo no realizó ningún milagro para convencerlos, sino que su primera obra consistió en explicar las Escrituras. Ellos habían considerado su muerte como la destrucción de todas sus esperanzas. Ahora les demostró por los profetas que era la evidencia más categórica para su fe.

“Al enseñar a estos discípulos, Jesús demostró la importancia del Antiguo Testamento como testimonio de su misión”

DTG 739, 740

Medita en Lucas 24:32, especialmente en la frase: “¿No ardía nuestro corazón en nosotros?” ¿Qué significa eso? ¿Cuándo fue la última vez que tu corazón ardió por las verdades que nos han sido dadas? Si ocurrió hace mucho tiempo, ¿podría ser que tu corazón se haya enfriado? Y si es así, ¿cómo puedes cambiar?

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