“Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”

Apocalipsis 14:12

DE ADÁN A NOÉ

domingo 15 junio, 2014

En un sentido, podemos hablar de una “iglesia de Cristo” solo desde la era del Nuevo Testamento, cuando los creyentes primero testificaron de la vida, la muerte y la resurrección de Jesús. Sin embargo, podemos ver “la iglesia de Cristo” en un contexto más amplio. El término griego para “iglesia” es ekklesía. Tomada de un mundo secular, esa palabra se refiere a quienes han sido “llamados afuera”. En cada generación, Dios ha “llamado afuera” a personas para que reflejen su voluntad con vidas de fidelidad, confianza, amor y obediencia.

Lee Génesis 2:16 al 3:7. ¿Qué prueba se les dio a Adán y a Eva? ¿Por qué era necesaria esa prueba para seres perfectos?

A fin de poder amar, Adán y Eva tuvieron que ser creados como agentes morales libres. Debían tener la capacidad y la libertad para hacer el mal, aun si no tuvieran razón válida para hacerlo. La prueba del árbol era moral: ¿De qué manera usarían ellos esa libertad moral dada por Dios?

En el centro de la moralidad está la Ley, la Ley de Dios, que define el bien y el mal para nosotros (nota que el árbol era el “árbol de la ciencia del bien y del mal”). ¿Cuál es el propósito de una Ley que prohíbe mentir, robar y matar, si esos seres eran incapaces de hacer cualquiera de esas cosas? La Ley misma no tendría significado en un universo de autómatas, de seres capaces solo de hacer lo bueno. Sin embargo, Dios no eligió crearnos de ese modo. Él no podía hacerlo si quería seres que pudieran amarlo realmente.

Aunque, después de la caída, Adán y Eva debían “pasar la estafeta” a la siguiente generación, la espiral descendente de la moral de la humanidad fue rápida. De sus dos primeros hijos, solo Abel eligió unirse a la iglesia de Dios, mientras que Caín llegó a estar poseído por el espíritu de codicia, mentira, homicidio y falta de respeto a los padres. Las cosas fueron de mal en peor hasta que el mal sobrepasó el bien y, para el tiempo del Diluvio, solo Noé y su familia podían realmente afirmar que eran miembros de la iglesia de Cristo.

¿Cuántas veces, en las últimas 24 horas, has hecho elecciones morales usando la libertad que Dios nos dio en el Edén? ¿Cuáles fueron esas elecciones, y cuántas estaban en armonía con la Ley moral de Dios?

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