“Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”

Marcos 10:45.

Conclusión

viernes 11 julio, 2014

Para Estudiar y Meditar:

Lee “Salvador divino-humano”, Comentario bíblico adventista, t. 5, pp. 1101-1102.

“Al paso que la Palabra de Dios habla de la humanidad de Cristo cuando estuvo en esta tierra, también habla decididamente de su preexistencia. El Verbo existía como un ser divino, como el eterno Hijo de Dios, en unión y unidad con su Padre. [...] El mundo fue hecho por él, ‘y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho’ (Juan 1:3). Si Cristo hizo todas las cosas, existió antes de todas las cosas. Las palabras pronunciadas acerca de esto son tan decisivas, que nadie debe quedar en la duda. Cristo era esencialmente Dios y en el sentido más elevado. Era con Dios desde toda la eternidad, Dios sobre todo, bendito para siempre. El Señor Jesucristo, el divino Hijo de Dios, existió desde la eternidad como una persona distinta, y sin embargo era uno con el Padre” MS 1:290-291

“En Cristo hay vida original, que no proviene ni deriva de otra. ‘El que tiene al Hijo, tiene la vida’ (1 Juan 5:12). La divinidad de Cristo es la garantía que el creyente tiene de la vida eterna” DTG 489

Preguntas para Dialogar:

  1. Los demonios sabían y confesaban que Jesús era “el Santo de Dios” (Mar. 1:24), “el Hijo de Dios” (Mar. 3:11), “Hijo del Dios Altísimo” (Mar. 5:7; ver también Sant. 2:19). ¿Por qué esta clase de reconocimiento no es suficiente para nuestra salvación? ¿Cómo podemos evitar la trampa de quedar satisfechos con una aceptación de Jesús meramente intelectual?
  2. Cuando el centurión, que estaba frente a Jesús, vio cómo murió, dijo: “Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios” (Mar. 15:39). El mejor lugar para entender a Jesús es al pie de la cruz. ¿Cuán a menudo vas allí? ¿Cuándo fue la última vez que estuviste allí? ¿Por qué no tomas un momento, ahora mismo, para meditar en el sacrificio infinito que él hizo por tu salvación?
  3. Un buen número de contemporáneos de Jesús lo rechazaron porque tenían ideas equivocadas acerca del Mesías. Lamentablemente, hoy muchas personas rehúsan rendir sus vidas a Jesús porque tienen prejuicios o un concepto distorsionado acerca de él. ¿De qué modo podemos serles de ayuda para que vean a Jesús tal como él es en realidad? Como adventistas del séptimo día, ¿qué tenemos en particular que podría ayudarles a tener una idea más clara de quién es Jesús realmente?

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