“He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones” Isa. 55:4

Conclusión

viernes 03 julio, 2015

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:

Hemos tratado algunos aspectos de la naturaleza misionera de Dios. La misión es una empresa del Dios triuno; y está relacionada en forma predominante con Jesucristo, cuya encarnación es central en la fe y la misión cristianas. Por su vida y su muerte, Jesús preparó el camino para la salvación de toda la raza humana. Nosotros, como sus seguidores, sus misioneros, debemos hacer saber a otros las buenas nuevas de lo que hizo Jesús por ellos. “La iglesia de Cristo en la Tierra se organizó con propósitos misioneros, y el Señor desea verla en su totalidad concibiendo maneras y medios para llevar el mensaje de verdad a los encumbrados y a los humildes, a los ricos y a los pobres. No todos son llamados a un ministerio personal en el extranjero, pero todos pueden hacer algo mediante sus oraciones y ofrendas para ayudar a la obra misionera” TI 6:37, 38

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR:

  1. Piensa más en el tema de los orígenes. ¿Por qué son importantes los orígenes? ¿De qué modo una correcta comprensión de nuestros orígenes nos ayuda a entender mejor quiénes somos y cuál es realmente el propósito de nuestra existencia?

  2. ¿De qué manera la siguiente cita nos ayuda a entender la existencia del libre albedrío, del amor y del mal en nuestro mundo?

    “De este modo, si Dios quiere crear criaturas amantes (a imitación de su amor perfecto), él tiene que crear seres libres, que puedan causar sufrimiento y mal en el mundo de su elección. La dinámica del amor y la libertad requieren que Dios nos deje espacio para crecer en amor, mediante nuestra libertad humana. El único modo que tiene Dios de permitir que seres libres actúen sin amor es abstenerse completamente de crear criaturas amantes”. Robert J. Spitzer, New Proofs for the Existence of God: Contributions of Contemporary Physics and Philosophy, p. 233

  3. La muerte de Jesús fue un acto único que ocurrió en una pequeña nación del Imperio Romano hace casi dos mil años. No obstante, este acto es de importancia eterna para cada ser humano.

Nosotros, que conocemos de este acto y sabemos lo que significa, ¿qué responsabilidad tenemos de comunicarlo a los que no saben nada acerca de esto? ¿De qué otro modo aprenderán ellos si quienes lo sabemos no lo decimos?

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