“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Fil. 3:13, 14).

PABLO Y LA LEY

martes 15 septiembre, 2015

“¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley” (Rom. 3:31). ¿De qué ley habla Pablo aquí?

En las cartas de Pablo, la palabra ley aparece unas ciento treinta veces; y en el libro de Hechos, unas veinte veces (RVR60). Pablo quería que sus oyentes y sus lectores comprendieran que “ley” tenía varios significados, especialmente para los judíos. Leyes como los Diez Mandamientos están en vigencia para todos en todos los tiempos. Pero, Pablo no consideraba obligatorias para los cristianos otras clases de leyes del Antiguo Testamento y de la cultura judía.

Él usó la palabra ley en forma amplia, ya fuera para las ceremonias religiosas, las leyes civiles, las de salud o las de purificación. Escribió de estar “bajo la ley” (Rom. 3:19) y de estar “libres de la ley” (Rom. 7:6). Describió una “ley del pecado” (Rom. 7:25), pero también una “ley [...] santa” (Rom. 7:12). Mencionó “la ley de Moisés” (1 Cor. 9:9), pero también “la ley de Dios” (Rom. 7:25). Aunque esto puede parecer confuso para los no judíos, los cristianos judíos entenderían, por el contexto, a qué ley se refería.

Lee Romanos 13:8 al 10 y 2:21 al 24; 1 Corintios 7:19; Efesios 4:25 y 28, 5:3 y 6:2. ¿De qué forma estos versículos nos ayudan a entender que la ley moral de Dios, los Diez Mandamientos, no fueron anulados en la Cruz?

Pablo percibía que las leyes ceremoniales, que indicaban cómo debían acercarse a Dios por medio del sacerdocio, el Santuario y los sacrificios, dejaron de ser válidas después de la crucifixión. Habían servido en su tiempo, pero ahora ya no se necesitaban. (Este punto fue más claro después de la destrucción del Templo.)

Con la ley moral de los Diez Mandamientos, el tema era diferente. Pablo cita algunos de los Diez Mandamientos y alude a otros, como demandas éticas universales para todos, judíos y gentiles. Habiendo escrito contra practicar el pecado, Pablo no iba a rebajar la Ley que define qué es pecado. Hacer eso sería tan ilógico como decirle a alguien que no viole el límite de velocidad mientras que, al mismo tiempo, le decimos que los carteles de velocidades límites ya no son válidos.

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