“Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús” (Hech. 4:13).

ENFRENTANDO A LOS SADUCEOS

martes 23 febrero, 2016

Lee Hechos 4:1 al 30. ¿Cómo se manifiesta aquí el tema del Gran Conflicto? ¿En qué sentido esto es solo un ejemplo del modo en que se desenvolvió a través de toda la historia? ¿De qué forma actúan aquí Dios y Satanás?

“Los sacerdotes y los gobernantes veían que Cristo era más ensalzado que ellos. Como los saduceos no creían en la resurrección, se encolerizaban al oír a los discípulos afirmar que Cristo había resucitado de los muertos, pues comprendían que, si se dejaba a los apóstoles predicar a un Salvador resucitado y obrar milagros en su nombre, todos rechazarían la doctrina de que no hay resurrección, y pronto se extinguiría la secta de los saduceos” HAp, p. 65, 66

Lo que molestaba en especial a estos líderes era la curación que el Señor hizo por medio de Pedro (ver Hech. 3:1-10). Sin embargo, cuando los líderes confrontaron a los discípulos, estos no vacilaron. Los sacerdotes no esperaban esto de “hombres sin letras y del vulgo” (Hech. 4:13). Hicieron salir a los discípulos de la sala y consultaron entre sí pensando que, si les ordenaban que no enseñaran más en el nombre de Jesús, ellos obedecerían (vers. 18). ¡Cuán equivocados estaban!

Los discípulos volvieron y se unieron a los demás, y juntos alababan a Dios (Hech. 4:24). Oraron pidiendo más coraje y que Dios permitiera que hubiese más curaciones (vers. 29, 30). No necesitaron esperar mucho. La popularidad de los discípulos crecía, y la gente traía a sus enfermos a las calles, para permitir que la sombra de Pedro pasase sobre ellos (Hech. 5:15). Multitudes vinieron de pueblos cercanos, y sus enfermos fueron sanados (vers. 16).

En todo esto podemos ver el Gran Conflicto: líderes inescrupulosos que procuran suprimir la verdad; personas fieles leen sus Biblias y oran pidiendo poder divino, enfermos son sanados y almas son ganadas. Aunque las cosas no siempre resultan tan bien como aquí, nunca debemos olvidar que el Gran Conflicto se desarrollará y que la victoria final es nuestra, porque lo que Jesús realizó para toda la humanidad es seguro.

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