“Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche [...]” (Mat. 26:31).

LA NEGACIÓN DE PEDRO

jueves 16 junio, 2016

Jesús sabía de antemano la decisión libre de Judas de entregarlo, uno de los muchos casos en la Biblia que muestran el conocimiento previo de Dios de nuestras elecciones libres, conocimiento que de ninguna manera infringe nuestra libertad de hacer esas elecciones. Y él sabía no solo de la traición de Judas, sino también que Pedro, a pesar de todo su alarde, huiría en el momento crucial y luego lo negaría.

Lee Mateo 26:51 al 75. ¿Por qué crees que Pedro negó a Jesús?

A menudo tenemos la idea de que Pedro negó a Jesús sencillamente porque tuvo miedo. No obstante, fue Pedro (según Juan 18:10) el que tuvo el valor de sacar su espada contra el siervo del sumo sacerdote. Estaba dispuesto a salir en un arranque de gloria, hasta que Jesús lo detuvo.

Pero ¿qué cambió en Pedro entre el momento en que blandía la espada y cuando, un poco más tarde, negó conocer a Jesús? ¿Por qué dijo que él no era un discípulo? ¿Por qué Pedro dijo: “No conozco al hombre” (Mat. 26:72)? Tal vez porque Pedro se dio cuenta de que él no conocía al Hombre, no sabía por qué había venido y no entendía lo que significaba su arresto. Así, en un momento de pánico, negó aun que lo conociera. Tal vez Pedro negó a Jesús cuando se dio cuenta de que no comprendía lo que Jesús hacía. Lo abandonó cuando él pensó que Jesús estaba renunciando también. Pedro todavía ponía demasiada fe en su propia comprensión en vez de poner su fe completa en Jesús, a pesar de todas las señales increíbles que había visto y a pesar de su valiente confesión de fe en Jesús como el Cristo (Mat. 16:16). La negación de Pedro debe decirnos que todos los milagros y las señales en el mundo no nos mantendrán fieles a Dios si nuestros corazones no están completamente entregados a él.

En el informe de Lucas, la tercera vez que Pedro negó que era discípulo de Jesús, Jesús mismo se dio vuelta y “miró a Pedro” (Luc. 22:61). Esta palabra, emblépo, es la misma que se usa para describir la forma en que Jesús miró profundamente en el alma de Pedro cuando se encontró con él por primera vez (ver Juan 1:42). ¿Qué esperanza podemos obtener nosotros de esto, con respecto al amor de Dios por nosotros, aun cuando caemos como Pedro?

Más de ESU