Cuando Jesús llamó a los primeros discípulos a orillas del mar de Galilea,
ya habían presenciado su poder sobre el mal. Lo habían visto desafiar
demonios (Luc. 4:34-36), sanar enfermos (vers. 38-41), gobernar la naturaleza
(Luc. 5:4-6), revelar el pecado y, luego, aseg...