“Hay una respuesta a la pregunta de Habacuc. Es una respuesta, no en términos de pensamiento, sino en términos de eventos. La respuesta de Dios sucederá, pero no se puede expresar en palabras. La respuesta seguramente vendrá; ‘y si parece lenta, espérala’. Es cierto, el período de espera es difícil de soportar; el justo se horroriza por lo que ve. A esto se le da la gran respuesta: ‘El justo por su fe vivirá’. Es una respuesta, otra vez, no en términos de pensamiento, sino en términos de existencia. La fe profética es confiar en él, en cuya presencia la quietud es una forma de comprender” (Abraham J. Heschel, The Prophets, p. 143).