¿Suicidarse es pecado?

Ferdinand Regalado

sábado 4 de junio, 2011
In this week's lesson we encounter Elijah asking God to take his life (1 Kings 19:3-5). Now, there are other Bible characters who killed themselves. They are: Abimelech (Judges 9:54), Samson (Judges 16:28-31), Saul (1 Sam. 31:1-6), Saul's armor bearer (1 Chron. 10:5, 6), Ahithophel (2 Sam. 17:23), Zimri (1 Kings 16:18), and Judas Iscariot (Matt. 27:3-10). So, you might be asking a question, Is it a sin to kill oneself? As I wrote in my other article killing oneself is equivalent to murder, and murder is against the law of God (Exod 20:13; Deut 5:17). But to answer the question is not that easy. Why? Because the Bible did not address the issue directly and of the various factors involved in it. In the case of Judas Iscariot, we can safely say that it is a sin because of his past actions before hanging himself. But it is not true in all cases. Let me give you an example. How about Samson who deliberately ended his life to kill those non-worshippers of God and yet he was included in the list of the heroes of faith (Hebrews 11)? How about those mentally ill and chemically imbalanced persons who killed themselves? How about a mother who gave up his or her life jacket just to save her child? Allow me to answer the issue in the following manner:

1. The Bible tells us not to judge (Matthew 7:1; Luke 6:37). The kind of judgment that is prohibited from us to make is about judging one's motive. If someone kills himself or herself, we cannot judge whether that person is eternally lost or not since only God knows and reads the mind and heart. Ellen G. White writes, "Since you cannot discern motive, you are incapable of judging another. In criticizing him, you are passing sentence upon yourself; for you show that you are a participant with Satan, the accuser of the brethren."i Although Mrs. White is not talking in the context of killing oneself, but her advice of not judging others apply to the issue at hand. Only the word of God can judge "the thoughts and attitudes of the heart" (Hebrews 4:12). And since the Bible is not directly talking about suicide, we cannot really judge.

2. Since we cannot read the heart of our fellows, we cannot definitely say that the act of killing oneself is motivated either by selfishness or by fear. Thus, it depends on the motive of the person who lay down his or her life. Another quotation from Ellen G. White would help us decide whether or not it is sin to kill oneself. "There is one thing that we have no right to do, and that is to judge another man's heart or impugn his motives. But when a person presents himself as a candidate for church membership, we are to examine the fruit of his life, and leave the responsibility of his motive with himself."ii The context of this quotation from Ellen G. White is accepting a candidate for church membership. But the principle of knowing the motives of the action of a person is applicable today. Yet, she implicitly said that we could only judge the fruit of the life of the person.

3. A single act should not be a determinant factor to judge a person. If the person who killed himself or herself lived a godly life throughout his or her life and then for just one occasion committed suicide, we have no right to judge if that one act would not save him or her. Another word from the pen of inspiration is appropriate here: "If the heart has been renewed by the Spirit of God, the life will bear witness to the fact. While we cannot do anything to change our hearts or to bring ourselves into harmony with God; while we must not trust at all to ourselves or our good works, our lives will reveal whether the grace of God is dwelling within us. A change will be seen in the character, the habits, the pursuits. The contrast will be clear and decided between what they have been and what they are. The character is revealed, not by occasional good deeds and occasional misdeeds, but by the tendency of the habitual words and acts."iii Indeed, a single act of killing oneself will not determine his or her salvation. We have to consider the totality of his or her life while he or she is living. Who knows the motives of that person when he or she killed himself or herself. We cannot really judge. Only God can. But it doesn't mean that is justifiable to kill yourself. Nor do I suggest that you kill yourself.

To read more on this issue consult the following websites:

http://www.adventistbiblicalresearch.org/Biblequestions/bibleandsuicide.htm

http://www.adventistreview.org/issue.php?issue=2011-1510&page=22

i Ellen G. White, Desire of Ages, p. 314.

ii Ellen G. White, Evangelism, p. 313.

iii Ellen G. White, Steps to Christ, pp. 57, 58.

]]> En la lección de esta semana nos encontramos con Elías pidiendo a Dios que le quitara la vida (1 Reyes 19:3-5). Por otro lado, hay otros personajes de la Biblia que se suicidaron. Ellos son: Abimelec (Jueces 9:54), Sansón (Jueces 16:28-31), Saúl (1. Sam 31:1-6), el escudero de Saúl (1 Crónicas 10:5, 6.), Ahitofel (2 Sam. 17:23), Zimri (1 Reyes 16:18), y Judas Iscariote (Mateo 27:3-10). Así que, te debes estar preguntando, ¿suicidarse es pecado? Como escribí en mi otro artículo, suicidarse es equivalente a un homicidio y el asesinato es contrario a la ley de Dios (Éxodo 20:13; Deuteronomio 5:17). Pero responder a la pregunta no es tan fácil. ¿Por qué? Debido a que en la Biblia no se aborda la cuestión directamente, y a los diversos factores implicados en ella. En el caso de Judas Iscariote, podemos decir con seguridad que es un pecado debido a sus acciones pasadas antes de ahorcarse. Pero no es cierto en todos los casos. Déjame darte un ejemplo. ¿Qué hay de Sansón que deliberadamente puso fin a su vida para matar a los no creyentes de Dios y, sin embargo, se le incluyó en la lista de los héroes de la fe (Hebreos 11)? ¿Qué hay de los enfermos mentales y personas químicamente desequilibradas que se suicidaron? ¿Qué tal una madre que entregó su chaleco salvavidas sólo para salvar a su hijo? Permíteme responder la cuestión de la siguiente manera:
 

1. La Biblia nos dice que no juzguemos (Mateo 7:1 y Lucas 6:37). El tipo de juicio que se nos prohíbe es el de juzgar el motivo de alguna persona. Si alguien se suicida, no podemos juzgar si esa persona está eternamente perdida o no, ya que sólo Dios conoce y lee la mente y el corazón. Elena G. de White escribe: "Puesto que usted no puede discernir el motivo, es incapaz de juzgar a otro. Al criticarlo, está pasando sentencia contra sí mismo; porque muestra usted que es un participante con Satanás, el acusador de los hermanos".[i] A pesar de que la Sra. White no está hablando en el contexto de suicidio, su consejo de no juzgar a los demás se aplica a la cuestión que nos ocupa. Sólo la palabra de Dios puede juzgar "los pensamientos y las intenciones del corazón" (Hebreos 4:12). Y puesto que la Biblia no habla directamente sobre el suicidio, realmente no podemos juzgar.


2. Puesto que no podemos leer el corazón de nuestros semejantes, no podemos decir de forma definitiva que el acto de quitarse la vida está motivado, ya sea por egoísmo o por miedo. Por lo tanto, depende del motivo que tenía la persona, que se quitó la vida. Otra cita de Elena G. de White nos ayudaría a decidir si es o no pecado suicidarse. "Hay una cosa que no tenemos derecho a hacer, y esto es el  juzgar el corazón de otro hombre o impugnar sus motivos. Pero cuando una persona se presenta como candidato a la membresía de la iglesia, tenemos que examinar el fruto de su vida, y dejar la responsabilidad de su motivo a él mismo".[ii] El contexto de esta cita de Elena G. de White es cuando se está analizando aceptar a un candidato para que sea miembro de la iglesia. Pero el principio de conocer los motivos de la acción de una persona es aplicable hoy en día. Sin embargo, ella implícitamente dijo que sólo podemos juzgar el fruto de la vida de la persona.
 

3. Un solo acto no debe ser un factor determinante para juzgar a una persona. Si la persona que se suicidó vivió una vida piadosa en toda su vida y sólo en una ocasión cometió suicidio, no tenemos derecho a juzgar si por dicho acto no se salvará. Otras palabras de la pluma inspirada son apropiadas en este caso: "Si el corazón ha sido renovado por el Espíritu de Dios, su vida testificará del hecho. Si bien no podemos hacer nada para cambiar nuestros corazones o para ponernos en armonía con Dios; mientras que no confiemos en nosotros mismos o nuestras buenas obras, nuestras vidas  revelarán si la gracia de Dios mora en nosotros. Un cambio se verá en el carácter, los hábitos, los objetivos. El contraste será claro y decidido entre lo que han sido y lo que son. El carácter es revelado, no por las obras buenas o malas hechas ocasionalmente, sino por la tendencia de las palabras y actos".[iii] De hecho, el solo acto de suicidarse no determina su salvación. Tenemos que considerar la totalidad de su vida mientras que estaba con vida. ¿Quién conoce los motivos de esa persona al momento de quitarse la vida? Realmente no podemos juzgar. Sólo Dios puede. Pero esto no quiere decir que hay justificativo en suicidarse. Tampoco estoy sugiriendo que lo hagas.
 

Para leer más sobre este tema consulta las siguientes páginas web:

http://www.adventistbiblicalresearch.org/Biblequestions/bibleandsuicide.htm

http://www.adventistreview.org/issue.php?issue=2011-1510&page=22



                   Ellen G. White, Desire of Ages, p. 314.

 

                   Ellen G. White, Evangelism, p. 313.

 

                   Ellen G. White, Steps to Christ, pp. 57, 58.