Alienígenas en un concierto: ¿De qué manera porta significado la música?

Felix Hadid Cortez

sábado 6 de agosto, 2011

 

En la novela de Arthur C. Clarke, El fin de la infancia, la música fue una de las cosas relacionadas con los seres humanos que desconcertaron profundamente a los Superseñores. Los Superseñores son seres alienígenas profundamente cerebrales que llevados por la curiosidad deciden asistir a un concierto para entender mejor a la raza terrestre. Es así como descienden a la superficie de la tierra y escuchan un concierto educadamente y al final felicitan al compositor por su "tremenda inventiva". Todo aquello, sin embargo, les sigue pareciendo terriblemente absurdo. No pueden entender lo que les "sucede" a los seres humanos cuando escuchan música porque ellos, como especie, carecen de música. Podemos imaginar a los Superseñores cavilando en sus naves intergalácticas sobre lo que han observado. Es evidente que la música es fundamental para la vida humana; sin embargo, "la música carece de conceptos, no elabora proposiciones; carece de imágenes, símbolos, el material de que está hecho el lenguaje. Le falta poder de representación. No guarda una relación lógica con el mundo."i Si nos detenemos a pensar un poco, el fenómeno musical es desconcertante no solo para los Superseñores alienígenas sino también para nosotros. ¿Te has preguntado cómo porta significado la música? ¿De qué manera comunica la música conceptos, actitudes, experiencias?

La lección de Escuela Sabática afirma en la porción para el jueves 4 de agosto de 2011: "La música no es moralmente neutral: puede movernos a experiencias espirituales exaltadas o puede ser usada por el enemigo para hacer surgir la pasión, la lujuria, la desesperanza o la ira." Yo estoy de acuerdo con esta afirmación, sin embargo acepto que el asunto es bastante complicado. ¿Cómo podemos entender, por ejemplo, el hecho de que las obras de J. S. Bach son usadas indiferentemente tanto en la adoración cristiana como en los cultos satánicos?ii A la luz de este hecho, ¿cómo entendemos el valor moral de la música de Bach? En mi propia experiencia siempre he relacionado la música clásica con el bien y los principios morales elevados, pero me desconcierta el hecho de que los oficiales nazis de los campos de concentración amaban la música clásica, la escuchaban con regularidad, y organizaban conciertos por los presos para su regocijo personal.iii ¿No debería la música clásica haber influido positivamente en ellos?

El mejor análisis de este problema complejo lo he leído en el libro de Lilianne Doukhan, In Tune with God, publicado por la Review and Herald en 2010. Ella concluye que "El poder moral de la música no reside en la música misma, sino que reside donde la música se encuentra con la experiencia, es decir, en un evento" (énfasis original).iv Ella explica en qué sentido la música porta significado y nos afecta para el bien o el mal.v

Intensificación: La música intensifica aquellos eventos en los que participamos. Añade impacto emocional a las experiencias y ayuda a grabarlas profundamente en la memoria. Esto quiere decir que la música es como un amplificador que aumenta el valor moral positivo o negativo de los eventos en que participamos.

Embellecimiento: La música embellece los eventos, las palabras, la experiencia y las acciones. Esto es un asunto al que le prestamos poca atención pero es sumamente importante. Por medio de una música bella pueden embellecerse cosas realmente malas. Ponte a pensar, las películas y las canciones populares a menudo embellecen el adulterio, la desesperanza, la lujuria, y otros crímenes. Debido a que lo bueno y lo bello están relacionados en nuestra concepción del universo, la música es uno de los instrumentos más poderosos que Satanás utiliza para legitimar el pecado, es decir, para llamar a lo malo bueno. Por otro lado, la música también puede embellecer lo bueno y lo divino dándole de esta manera poder.

Estimulación y energización: La música, especialmente el aspecto del ritmo, estimula a los oyentes a la acción y los llena de energía. Por eso la música es un elemento muy importante de los ejercicios aeróbicos, por ejemplo. La música mueve a la acción y energiza.

Poder de asociación: La música establece una conexión entre el evento y el ambiente en el que ocurre. De esta manera llegamos a asociar ciertas melodías con ciertas experiencias, lugares, y eventos. Este es un proceso muy subjetivo, porque depende de la experiencia individual. Lo importante es que la música puede traer a la memoria eventos de cercanía con Dios o la experiencia del pecado; de hecho, nos ayuda a volverlos a vivir.

Factor social: La música facilita la interacción social y tiene un efecto constructor de comunidad. La música es un poderoso catalizador para el bien, o el mal, en las reuniones sociales.

En resumen, aunque se pudiera argumentar que la música no tiene valor moral en sí misma, debemos reconocer que es un poderoso portador de significado moral. Entender esto es de vital importancia no solo para el culto a Dios sino también para nuestra vida personal. Te invito a que escojas con mucho cuidado no sólo la música para el culto, sino también la música para tu uso personal. Puede ser que allí encuentras uno de los factores para tu éxito o tu fracaso.

 

i Oliver Sacks, Musicofilia: Relatos de la música y el cerebro (Barcelona: Anagrama, 2009), 9.

 

ii Harold Best, Music Through the Eyes of Faith (San Francisco: Harper, 1993), 92.

 

iii Ve el testimonio de un miembro de la orquesta en el campo de concentración de Birkenau, en Bach in Auschwitz, videograbación (Nueva York: WinStar TV and Video, 2000); citado por Lilianne Doukhan, In Tune with God (Hagerstown, Md.: Autumn House [un sello editorial de Review and Herald], 2010), 61.

 

iv Lilianne Doukhan, In Tune with God (Hagerstown, Md.: Autumn House [un sello editorial de Review and Herald], 2010), 60.

 

v Doukhan, 42–80.