¡ Prepárate para la persecución!
Silvino Tovar
Del 27 de Julio al 12 de Agosto de 2012, en Londres Inglaterra, se celebraron una vez más los Juegos Olímpicos. De los más de 200 países que participaron en ellos, México ocupó el lugar número 39, en la obtención de medallas[1]. Sin embargo, al compararlo con los países que obtuvieron los primeros lugares, puede observarse una distancia muy significativa. Estados Unidos de Norteamérica, por ejemplo, ocupó el primer lugar en el medallero, consiguiendo un total de 104 medallas y México obtuvo sólo 7, una de oro, tres de plata y tres de bronce[2]. Esto implica mucho, digno de ser objeto de estudio para el deporte mexicano, ya que si desean destacar en los siguientes olímpicos, necesitarán autoanalizarse bien,. Entre los elementos que pudieran ser motivo de consideración están, tal vez, el estilo de vida de los atletas, el tipo de entrenadores, el tiempo de preparación de cada uno de los candidatos, etc. De igual modo, la vida cristiana es como la de los atletas que participan en los olímpicos que, para salir victoriosos, requerirán considerar una gran cantidad de factores, sólo que, a diferencia de los atletas, los cristianos, a parte de las luchas tradicionales que viven, se enfrentarán a la crisis más grande de la historia humana: la persecución, porque, “todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos”(2 Timoteo 3: 12)[3]
Desde que Satanás fue arrojado a la tierra, el ser humano ha sido objeto de sus constantes ataques, y sus preferidos son aquellos que se declaran cristianos: “ay de los moradores de la tierra y del mar, porque el diablo ha descendido a vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo… y se fue a combatir… a los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús”(Apocalipsis 12:12,17). Personajes bíblicos como Abel, Noé, Job, Daniel, Pedro, Esteban, Pablo, etc. Son algunos ejemplos de víctimas del odio satánico. En manos de sus enemigos, inspirados por el diablo mismo, sufrieron las peores persecuciones, donde perdieron, incluso su vida.
Por otro lado, a lo largo de la historia de la iglesia cristiana, las persecuciones han sido un método diabólico de destruir a los hijos de Dios[4]. En México, por ejemplo, entre los años 70`s y 80`s, 30,000 indígenas del Estado de Chiapas fueron perseguidos por creer en Jesús y por dejar las costumbres anti bíblicas[5]. Y al final de los tiempos, la Biblia señala que los seguidores de Cristo padecerán tribulación, en el cual, la persecución será nuevamente el método de acabar con los fieles de Cristo, “porque habrá entonces una gran tribulación, como nunca hubo desde el principio del mundo, ni habrá después”(Mateo 24:21).Este suceso escatológico, único en la historia del mundo y del cristianismo, merece seria consideración. Es un evento para el cual se requiere una preparación sin igual, ya que será el acontecimiento que definirá el destino de la humanidad. ¿Qué se debe hacer hoy para enfrentar semejante crisis venidera?
Edward Reid, pastor adventista, presenta 8 recomendaciones: estudiar la Palabra de Dios, pasar tiempo con Dios en oración, amistarse con vecinos y autoridades, ayudar para adelantar la causa de Dios, aprender los principios de salud y cómo atender a los enfermos, desarrollar la unidad y el compañerismo con nuestros hermanos en la fe, aprender a ser autosuficientes y salir de las ciudades[6]. Y Fernando Chaij agrega: “la única fuente de victoria en nuestra vida cristiana, y particularmente en la persecución y en la tribulación, es la sangre de Cristo, su sacrificio, su justicia, su poder, su presencia interna en nuestro corazón[7]. No obstante, Elena G. White señala un elemento importantísimo que debe implementarse en la vida de todo cristiano del siglo XXI; ese punto está en las siguientes palabras:”los tiempos de apuro y angustia que nos esperan requieren una fe capaz de soportar el cansancio, la demora y el hambre, una fe que no desmaye a pesar de las pruebas más duras”[8].
El siglo XXI, con sus avances científicos y tecnológicos, con sus filosofías de vida y con sus teorías y ambiciones, es todo un desafío para los cristianos. La idea de cansancio, demora o hambre parece obsoleta. Hoy, algunos dicen: “el auto, el teléfono, la computadora son una necesidad”; otros señalan: “yo no quiero que mi hijo sufra lo que yo sufrí: le daré lo que yo no tuve: le mandaré a estudiar a tal o cual escuela, le dejaré una casa, le compraré su automóvil, su celular, su laptop, su ipod, etc. En esencia, existe un gigante espíritu materialista dentro del cristianismo moderno que le está imposibilitando estar preparado para “la gran persecución”, espíritu que si no se despoja pronto, lo hará perder el derecho a la vida eterna.
En fin, la mejor forma de preparase para la persecución, es sufrirla hoy mismo. El camino que lleva a la vida eterna, Cristo dijo, es estrecho; en él, hay fe en Dios, aún cuando exista el cansancio, la demora o el hambre. Experimentar necesidad o escases, enfermedad o dolor, traiciones o desilusiones, sólo nos prepara para la gran persecución; optar por cualquier otra forma de vida es, no estar en condiciones para tal crisis final.
[1]www.es.wikipedia.org/wiki/juegosolimpicos_de_londres_2012
[2]www.juegoslondres2012.com/medallerocompleto
[3]De aquí en adelante, las citas bíblicas son de la Nueva-Reina-Valera 2000
[4]G. de White Elena. El Conflicto de los Siglos. APIA, MI,Florida, EE.UU.2011, pp. 38,39
[5]Apuntes Pastorales. Revista editada por Desarrollo Cristiano Internacional y Asociación Evangelística Luis Palau, Colombia, mayo, 1998. Vol. XV, Número 4, pp.73
[6]Reid, Edward. ¡El Domingo Viene!. APIA, MI, Florida,Estados Unidos de Norteamérica. 1997, pp.204-206
[7]Chaij, Fernando.El Drama Inminente.APIA, MI, Florida, Estado Unidos de Norteamérica, 2003, p.42
[8]White, 606.