Historia y Adoración
Abner F. Hernandez
Cuando William Carey partió como misionero a la India lo hizo casi como un polizonte en un barco, sin dinero o propiedades, sin apoyo de su iglesia, únicamente acompañado de su familia y una gran visión combinada con pasión por compartir a Jesús. Pocos meses después de arribar a su destino, la muerte le arrebató a uno de sus pequeños hijos y a su esposa pero la tragedia no apagó su compromiso. Su historia se ha convertido en un estímulo para el servicio misionero desde entonces. La historia sagrada, de aquellos que nos precedieron en la fe, ofrece especial inspiración que estimula la vida espiritual y la esperanza en el cristiano (vea Romanos 15:4). No es extraño, entonces, que el salmista relacione la adoración con la historia (Salmo 78: 1 – 8) dándole a esta última un lugar especial en el culto. ¿Cómo puede ser la historia una parte efectiva en la adoración? Me gustaría sugerir dos maneras basadas en el texto bíblico.
Primero, el salmista sugiere que la historia es la mejor manera para mostrar a las futuras generaciones que Dios esta activo realizando proezas y maravillas para su pueblo (v4). También, la historia muestra la omnipotencia de Dios para hacer frente a las vicisitudes que su pueblo debe afrontar. Él no es un Dios sin poder, sino uno cuyo poder puede ser palpado en los acontecimientos históricos. De esta manera la historia se convierte en generadora de confianza en Dios (v 7). Cuando en nuestra adoración hablamos de un Dios activo y poderoso en quien se puede confiar, generalmente lo hacemos a nivel teórico. Pero si en nuestra adoración incluimos relatos históricos, no solo bíblicos sino de la iglesia cristiana, aun de la iglesia de nuestros días, que muestran a ese Dios en plena acción salvífica, el efecto es doblemente impactante generando un espíritu de alabanza y confianza. Este sería un uso de la historia en la adoración que yo llamaría de "celebración." Evidentemente, este uso de la historia en el culto esta bien atestiguado en la tradición del Antiguo Testamento, donde por ejemplo, el éxodo se convirtió en la historia predilecta para promover la alabanza y el reconocimiento de Dios como redentor en la nación.
Segundo, el Salmo 78 también muestra la historia como una materia que invita a la reflexión espiritual. Este salmo, aunque no fue estudiado completamente en la presente semana, enfatiza que el problema de los antepasados rebeldes y obstinados consistió en el olvido de su historia (v 11, 42) conduciéndoles una y otra vez a la desobediencia. Earle A. Cairns, un historiador cristiano, enfatiza que uno de los grandes valores de la historia cristiana es servir "como corrector de la maldad existente en la iglesia, o ser una guía para evitar el error y las falsas practicas."1 Tanto Esteban en su sermón ante el Sanedrín como el escritor de Hebreos (cuyo libro fue primero probablemente un sermón y por lo tanto parte del culto) usaron con efectividad la historia como reflexión espiritual para conducir a sus oyentes a la obediencia (Hechos 7; Hebreos 11). Este uso de la historia como "reflexión espiritual de los eventos del pasado" en el culto sería un excelente medio para—como dice el salmista—conducir al "cumplimiento de los mandamientos" (v 7). Una comunidad que olvida su historia y la manera como Dios la ha conducido perderá el propósito, la visión, la misión y será guiada a la desobediencia.
Es preciso terminar con una cita muy conocida pero pertinente, "Nada tenemos que temer por el futuro, excepto que olvidemos la manera en que Dios nos ha guiado [sus hechos asombrosos y proezas], y su enseñanza [que son el contenido de la fe, las lecciones de advertencia] en nuestra historia pasada."2 Usar la historia en estas dos maneras sería una excelente manera de trasmitir verdades históricas a las futuras generaciones a través de la adoración.
1 Earle A. Cairns, Christianity Through the Centuries: A History of the Christian Church (Grand Rapids, MI: Zondervan, 1996), 21.
2 Ellen G. White, Christian Experience, 204. Note la expresión "sus enseñanzas." Hasta donde conozco, esa parte de la cita no fue traducida a la versión del español.