Mentiras Piadosas

Abimael Lozano

sábado 21 de noviembre, 2015

Hace un tiempo me llamó poderosamente la atención el tema de una película. La historia se desarrolla en el seno de una familia argentina. Pablo, el menor de la familia, desaparece sin dejar rastros al viajar a Europa con la ilusión de hacer carrera para convertirse en músico. Ante el temor de que la desaparición deteriorara la frágil salud de su madre, sus hermanos toman la decisión de ocultar la noticia escribiendo cartas ficticias de Pablo mientras investigan qué ha pasado con él. Posteriormente, la situación se complica terriblemente cuando la madre recurre a la novia del desaparecido para forzarlo a volver, con el argumento de estar haciendo los preparativos para la boda. La trama termina involucrando cada vez a un mayor número de personas en las consecuencias de una mentira piadosa.

Como cristiano, estarás de acuerdo en que decir mentiras no es correcto, pero, ¿podrías decir lo mismo de las mentiras piadosas? Según Wikipedia, una mentira piadosaes una afirmación falsa articulada con buenas intenciones y tiene como propósito hacer más asimilable una verdad causando el menor daño posible. También se recurre a ella para evitar roces innecesarios, consecuencias o desenlaces desagradables para alguien.[1]

A diario se pronuncian diversidad de mentiras piadosas o blancas, algunas simples, otras más complejas: "perdón por llegar tarde, pero es que había mucho tráfico"; "mi computadora se descompuso y por eso no pude enviar el archivo"; "no contesté tu llamada porque no escuché sonar el teléfono". La sociedad entera las acepta porque son funcionales y no ve nada de malo en ellas porque su intención primaria no es "engañar".

Esta manera singular de concebir a la mentira es el resultado de uno de los grandes problemas imperantes en el mundo contemporáneo: el relativismo moral. Esta corriente plantea que todo principio moral depende de las opiniones o circunstancias de las personas. Como las circunstancias son cambiantes, entonces ningún principio es universal o absoluto. Así, una mentira puede ser éticamente correcta o incorrecta dependiendo de la sinceridad subjetiva de la persona o de las circunstancias.

Aunque el relativismo diga que hay mentiras justificadas, la Palabra de Dios tiene un pronunciamiento claro y contundente: "No dirás contra tu prójimo falso testimonio".[2]La ética cristiana es una ética absoluta y no relativa. La mentira es en toda circunstancia transgresión de la Ley de un Dios que se define como la verdad[3] y que espera que digamos siempre la verdad: "Los labios mentirosos son abominables para Jehová, pero le complacen quienes actúan con verdad".[4] Así que, no hay mentiras blancas o piadosas. La mentira en cualquier matiz que se exprese es pecado. En Colosenses 3:9 se nos exhorta: "no mintáis los unos a los otros". Al escribir a los Filipenses, Pablo menciona que "todo lo que es verdadero"[5] contribuye a la paz mental.

La mentira trae consigo consecuencias. El caso de José sirve de ilustración. Al tramar sus hermanos una mentira piadosa para encubrir su pecado y producir el menor daño posible no imaginaron la desgarradora escena de dolor y tristeza que generarían en su padre al ver la túnica ensangrentada: "Cuando él la reconoció, dijo: ‘Es la túnica de mi hijo; alguna mala bestia lo devoró; José ha sido despedazado'. Entonces Jacob rasgó sus vestidos, se puso ropa áspera sobre su cintura y guardó luto por su hijo durante muchos días. Se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo, pero él no quiso recibir consuelo, diciendo: ‘¡Descenderé enlutado junto a mi hijo hasta el seol!'. Y lo lloró su padre".[6]

Por otro lado, sus hermanos tuvieron que afrontar sentimientos de la culpa y temor: "se decían el uno al otro: -Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba y no lo escuchamos; por eso ha venido sobre nosotros esta angustia".[7]

La inspiración divina nos aconseja a través de su sierva: "El cristiano debe ser un representante de los principios del cielo… La gentileza, la amabilidad, la estricta veracidad debieran caracterizar sus palabras y actos".[8]

 



[1]
"Mentira piadosa - Wikipedia, la enciclopedia libre", n.d. http://es.wikipedia.org/wiki/Mentira_piadosa.

[2]Éxodo 20:16. A menos que se indique otra cosa, todas las citas bíblicas corresponden a la versión Reyna – Valera 1995.

[3]Juan 16:4

[4]Proverbios 12:22

[5]Filipenses 4:8

[6]Génesis 37:33-35

[7]Ibid, 42:21

[8]White, Elena G. de. Cada día con Dios. 29 de septiembre.