"Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé? Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas" (Lucas13:18, 19).

UN AMBIENTE DE NUTRICIÓN

lunes 25 junio, 2012

Una parte vital de la evangelización ocurre en la iglesia cada semana. Este aspecto de la evangelización se llama "nutrición" e "incorporación". Hacemos bien en invitar a las personas a la iglesia, pero no siempre creamos un ambiente que las estimule a volver y a entrar en el compañerismo. Si hemos de hacer discípulos, debemos prestar atención al establecimiento y la alimentación de cada cristiano nuevo.

¿Qué significa esto? "Establecimiento" da la idea de poner algo sobre una base firme y permanente. Es ayudar a darles un fundamento de fe y compañerismo. "Nutrir" generalmente se explica con conceptos tales como "criar", "cuidar de", "adiestrar", "educar". Cuando alguien acepta a Jesús como Salvador, todas esas áreas del establecimiento y la nutrición deben ser aplicadas espiritualmente y socialmente dentro del compañerismo cristiano. Es decir, un cristiano nuevo necesita ser criado, cuidado, adiestrado y educado en los caminos del Señor.

El "compañerismo" es clave. En él, las vidas se tocan y se afectan unas a otras. La gente que se une a la iglesia necesita el compañerismo espiritual.

¿Qué nos enseñan los siguientes versículos acerca de la importancia del compañerismo espiritual entre los creyentes? ¿Por qué estas cosas son importantes para quienes han entrado en la iglesia por medio de nuestra evangelización? 1 Juan 1:7; Hechos 2:42; 11:19-23; 20:35; Romanos 1:11, 12.

El uso del "nosotros", implícito en 1 Juan 1:7, nos impresiona porque, aunque debemos andar en la luz como individuos, tenemos que andar en la luz juntos. Si los creyentes andan en la luz, habrá comunión y unidad, y un ambiente de nutrición en el que la gente está concentrada en hacer la voluntad de Dios y en estimularse mutuamente en el sendero cristiano. Aunque es importante ayudar a los miembros nuevos a estar felices en la iglesia, también es importante conducirlos a ser discípulos, es decir, desarrollar en ellos la capacidad de llevar a otros a una relación salvadora con Jesús.

¿Tiene tu iglesia un plan para confirmar a los miembros nuevos? ¿Cómo puedes llegar a estar más involucrado en ayudar a nutrir a los miembros nuevos?

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