“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron” (Apocalipsis 21:4).

EN MEDIO DEL MILENIO

lunes 24 diciembre, 2012

Lee Apocalipsis 20:4-6. ¿Cuál es la evidencia de que el Milenio se desarrollará en el cielo (por lo menos para los salvados)?

Uno de los grupos que participará en el Milenio se describe como "las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos". La Biblia no enseña la existencia de almas separadas del cuerpo, inmortales y conscientes. Este texto, en cambio, pinta a los que pasaron por la persecución como se describe en Apocalipsis 12:17 al 13:18. En la segunda venida, cuando tenga lugar la primera resurrección, estas "almas" perseguidas resucitarán y reinarán en el cielo con Cristo (comparar con 1 Tesalonicenses 4:15-17).

Apocalipsis 20:4 dice que, durante el Milenio, el Juicio será dado específicamente a los redimidos. Sabiendo que los fieles reinan con su Señor y los malvados murieron por el resplandor de su venida, ¿cuál es la naturaleza y el propósito de este juicio?

Una de las tres cosas que vimos fue el juicio conectado con el ministerio de Cristo en el Santuario celestial. Ese juicio es diferente del de Apocalipsis 20:4, que cumple la promesa de Cristo en Mateo 19:28 y corresponde a la afirmación de Pablo de que los santos juzgarán al mundo (1 Corintios 6:2, 3).

El concepto de juicio en la Biblia es rico y multifacético. El Juicio Final tiene tres fases: la primera está asociada con el ministerio sacerdotal de Cristo. Los adventistas llamamos a esta "la fase investigadora del Juicio Final", mencionada en Apocalipsis 20:4 y 1 Corintios 6:2, 3. En la segunda fase, los redimidos tendrán la oportunidad de examinar los juicios de Dios sobre los agentes de la rebelión. La tercera fase del Juicio Final es la ejecutiva; son los hechos que sucederán al final del Milenio.

Lee 1 Corintios 4:5. ¿Qué esperanza importante se encuentra aquí, en vista del hecho de que tenemos muchas preguntas sin respuesta?

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