"Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz" Efesios 4:1-3

ILUSTRACIONES DE UNIDAD EN EL NUEVO TESTAMENTO

lunes 12 agosto, 2013

El mundo del Nuevo Testamento en el primer siglo estaba dividido por castas, condiciones sociales y género. Era una sociedad en agitación social. Los conceptos de derechos iguales, libertad y dignidad humana no eran normas aceptadas.

Entonces, el cristianismo entró en la escena. Creó una revolución social. Las enseñanzas de Jesús acerca de la igualdad, la justicia, la preocupación por los pobres y el respeto por los marginados parecieron radicales. Al mismo tiempo, los creyentes del Nuevo Testamento se unieron alrededor de los valores centrales de la creación y la redención. Enseñaron que todos los seres humanos fueron creados por Dios, que la redención se puso a disposición de todas las personas por medio de la cruz de Cristo. La cruz mostró que cada persona, no importa cuál sea su situación, es de gran valor a la vista de Dios.

¿De qué forma las siguientes imágenes ilustran la manera en la que di­ferentes creyentes, no importa cuál fuera su trasfondo anterior, se unían en un todo armonioso? 1 Cor. 12:12-18; 1 Ped. 2:4, 5

¿Qué imágenes podrían ser más poderosas para ilustrar la unidad en la iglesia? El apóstol Pablo usa el cuerpo para ilustrar a la iglesia y sus miembros. Las partes del cuerpo están estrechamente vinculadas. Sus miembros están interrelacionados y son mutuamente dependientes el uno del otro. Todas las partes tienen su función. Si una parte del cuerpo sufre, todo el cuerpo sufre (1 Cor. 12:18-26).

Pedro añade la ilustración de un edificio espiritual, cuyos miembros son como piedras, ajustándose perfectamente a la construcción de un templo glo­rioso, que glorificará el nombre de Jesús. En estas ilustraciones, cada miembro está íntimamente unido a otro. Este lazo de amante unidad en un mundo de relaciones fracturadas, luchas por poder y cismas divisivos había de ser un po­deroso argumento a favor del cristianismo. Jesús declaró esta verdad universal muy claramente: "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros" (Juan 13:34, 35).

¿Cuán bien refleja tu iglesia local la unidad de que se habla aquí? Pregúntate: ¿Estás ayudando a producir esta unidad o qué actitudes puedes tener que podrían aumentar el problema?

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