“Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos” (Mat. 14:14).

NUESTRO SALVADOR COMPASIVO

lunes 15 agosto, 2016

Al mezclarse Jesús con el pueblo durante su ministerio terrenal, mostró su simpatía y compasión. “Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos” (Mat. 14:14).

Lee Mateo 9:35 y 36; y Lucas 7:11 al 16. ¿De qué modo se mani estan la simpatía y la compasión verdaderas?

La palabra simpatía también se relaciona con otras, tales como empatía y lástima. De acuerdo con los diccionarios, compasión es “lástima, simpatía, empatía”; lástima es “tristeza con simpatía por el sufrimiento de una persona”; y empatía es “comprender o compartir los sentimientos de otros”.

Compasión y simpatía muestran que comprendemos lo que otros sufren, pero que queremos aliviar y remediar el sufrimiento.

Cuando oyes que ocurrieron cosas tristes a personas de tu comunidad, como un robo en su casa o una muerte en la familia, ¿cuál es tu reacción? ¿Murmuras sencillamente: “Es muy triste”, y sigues con tu vida? O ¿te llenas de simpatía por ellos? La verdadera compasión te guiará a consolar y ayudar de maneras prácticas, a amigos y a extraños por igual; por ejemplo, enviar una tarjeta de condolencias, realizar una visita, ayudar con las necesidades inmediatas son acciones amantes, resultado de la simpatía verdadera.

Es bueno que las personas y las organizaciones de asistencia respondan compasivamente en los grandes desastres. Sin embargo, a veces, no prestamos mucha atención a los infortunios y desastres “menores” que afectan profundamente a alguien.

Jesús no solo mostró simpatía, sino también la llevó al nivel siguiente: acción compasiva. Se nos pide que hagamos lo mismo. Cualquiera puede sentir tristeza o simpatía por la desgracia de alguien. La pregunta es: ¿Qué acción te conducirá a transformar esa simpatía en acciones?

Mientras desayunaba, un hombre escuchaba que su esposa leía las noticias acerca de una tragedia en otro país, con miles de muertos. Después de hablar unos momentos acerca de cuán terrible era eso, él preguntó si el equipo local de fútbol había ganado el partido la noche anterior. ¿De qué modo todos somos algo culpables de lo mismo, y qué podemos hacer respecto de ello?

Más de ESU