¡Ups! ¿Qué significa la palabra “evangelizar” realmente en la Biblia?

31 marzo, 2012

Tengo una sorpresa para ustedes hoy: probablemente han sido un poco mal informados en cuanto a lo que significaba la palabra "evangelio" en la Biblia.

Las palabras a veces cambian su significado con el tiempo. Ahora piensa en 2000 años.La probabilidad es que palabras usadas en la Biblia pueden ser un poco mal entendidas hoy.

Pregunta a la mayor parte de los miembros de tu iglesia y ellos te dirán que "el evangelio" se refiere al mensaje bíblico acerca de cómo tú y yo somos salvados.

Por ejemplo, si yo viniera a tu iglesia un sábado y predicara un sermón sobre la ecología y el medio ambiente (es decir, cuidar del planeta antes de que lo arruinemos), alguien podría decirme después del culto, "¡fue un buen sermón el que predicó hoy, pastor, pero no predicó el evangelio!"

Ellos estarían equivocados.

Para muchos cristianos la palabra evangelio se refiere al plan de Dios para rescatarme, para perdonar mis pecados y llevarme al cielo sin que yo lo merezca. Justificación por la fe, gracia, perdón, cielo cuando muramos.

Estos son ciertamente importantes mensajes bíblicos, ¡pero no es la forma en que la Biblia usa la palabra evangelio!

La palabra en Español "evangelio" viene del Griego, y si tú le preguntaras a un estudiante típico de educación media superior de lengua Griega en el Imperio Romano hace dos mil años, él o ella te dirían que no todas las buenas nuevas son el evangelio.

Los que hablaban Griego utilizaban la palabra específicamente en relación con buenas noticias acerca de una guerra, como ¡Ganamos la batalla! o ¡La guerra ha terminado y ahora hay paz! Podía usarse también en relación con un nuevo rey en el trono del país, lo que, por supuesto, muchas veces iba de la mano con el fin de una guerra.

¡La sorpresa para muchos Cristianos es que la Biblia utiliza la palabra exactamente en el mismo sentido!

Analiza primero Isaías 52:7 en el Antiguo Testamento. El versículo tiene el cuadro mental emocionante de una persona rápida corriendo por los montes y llegando a un pueblo con un mensaje desde el frente de batalla anunciando que la guerra ha terminado y que su líder político favorito está finalmente en el trono:

"Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!"

(La frase "trae nuevas del bien"en este versículo es el verbo para "evangelizar"en la traducción de Isaías al Griego antiguo.)

El pueblo en este pasaje es Jerusalén (el sobrenombre es "Sión") y ¡el rey que ganó la guerra y esta finalmente sobre el trono es Jehová! Qué hermoso será realmente cuando toda la maldad y la injusticia en este mundo se termine, cuando acaben todos los malos gobiernos, cuando el paraíso arribe y nuestro Dios finalmente reine.

Bueno, el sorprendente mensaje del Nuevo Testamento es que ¡esto realmente ha empezado a ocurrir! Jesús ha venido, ha ganado la batalla y está ahora reinando. Jesús es El Rey que el pueblo ha estado esperando por tanto tiempo (un sinónimo para rey era "el ungido", que es "mesías" en Hebreo y "Cristo" en Griego).

Ahora, el Rey Jesús empezó a sacar al enemigo de su reino: 'Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios' (Mateo 12:28).

El "Reino de Dios" sobre el cual el Rey Jesús está reinando no es un reino físico con una frontera geográfica y agentes de patrulla fronteriza. Es en cambio un movimiento de seguidores leales que lo adoran y obedecen.

Pablo fue uno de los primeros seguidores del Rey Jesús. Noten cómo empieza su carta a los Romanos:

'Pablo, siervo del Rey Jesús, llamado a ser embajador, apartado para las buenas noticias[sobre el nuevo rey], que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras, acerca de su Hijo, nuestro Señor, Rey Jesús, que era del linaje del[Rey] David según la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos, y por quien recibimos la gracia y designado como embajador, para asegurar la obediencia al Rey Jesús en todas las naciones por amor de su nombre; entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser del Rey Jesús' (Rom 1:1-6, mi traducción).

En el estudio de la Escuela Sabática de este trimestre discutiremos nuestro trabajo de evangelizar como embajadores de Jesús. Entonces, ¿qué hemos aprendido de nuestro estudio de la palabra original?

Hemos descubierto que evangelizar no significa primariamente decirles a las personas que Jesús quiere ofrecerles perdón y vida eterna. (Sí quiere, pero ese no es el evangelio.) No somos vendedores de una organización. No estamos ofreciendo primariamente a las personas la opción de vida eterna y perdón.

Estamos llamando a las personas a obedecer a Jesús porque Él es el Rey, y porque Él es el líder más asombroso e inspirador que alguien pueda imaginar.

(El evangelio no es acerca de mis pecados y mi salvación, sino acerca de que ¡Jesús es el Rey y nosotros deberíamos obedecerle! ¿Notas la pequeña diferencia?)

Como súbditos leales del Rey Jesús estamos llamando a las personas a unirse al movimiento revolucionario de lealtad y compromiso con nuestro Rey en vez de lealtad a los príncipes egoístas y corruptos de este mundo.

Nuestro Rey es el único que puede traer paz y justicia eterna y finalmente erradicar del mundo todo el mal y sufrimiento y dolor y tristeza. Con Su ayuda, empezaremos a transformar este mundo de la maldad al bien desde ahora, a través de cada una de nuestras acciones amables y amantes.

Nuestro rey no es corrupto y no puede ser sobornado. Nuestro rey no puede ser impugnado y no va a renunciar debido a algún escándalo moral (Él es perfecto moralmente).

Nuestro Rey nunca atiende sus propios intereses. Únicamente trabaja sin descanso por lo que es mejor para Sus súbditos (que también son sus hijos).

Ningún otro líder en este mundo ni siquiera llega cerca. Comparados con Jesús, aún los mejores, más brillantes y más puros de los líderes políticos de hoy se miran como una lamentable colección de historias de escándalo. ¡Así es de asombroso, y honesto y desinteresado nuestro Rey Jesús!

Ahora ve y dile a tus amigos cuán orgulloso te sientes de tu Rey Jesús. De eso es lo que se trata la evangelización—reclutar súbditos leales y obedientes del Asombroso Rey Jesús y de expandir Su Reino.

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