“Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo” (Éxo. 31:16).

LOS ORÍGENES

domingo 23 mayo, 2021

Muy a menudo escuchamos la expresión: el “antiguo sábado judío”. Sin embargo, la Escritura es clara en cuanto a que el sábado existía mucho antes de que existiera el pueblo judío. Su origen se remonta a la semana misma de la Creación.

Busca Génesis 2:2 y 3; y Éxodo 20:11. ¿Dónde ubican, clara e inequívocamente, el origen del sábado?

Aunque Génesis 2:2 y 3 no identifica el “séptimo día” como el sábado (esta identificación aparece por primera vez en Éxo. 16:26, 29), se sugiere claramente en la frase “reposó el día séptimo” (Gén. 2:2). La palabra reposó (hebreo, shabat) se relaciona con el sustantivo sábado (hebreo, shabbat). “No se emplea la palabra ‘sábado’ [en Gén. 2:2, 3], pero es cierto que el autor quiso afirmar que Dios bendijo y santificó el séptimo día como día de reposo sabático” (G. F. Waterman, The Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible, t. 5, p. 183). Evidentemente, Génesis 2:2 y 3 enseña el origen divino y la institución del sábado como día de bendición para toda la humanidad.

Lee Marcos 2:27. Jesús dice que el sábado fue hecho literalmente para el “hombre”, término genérico que abarca a la humanidad en su conjunto, en contraposición a los judíos solamente.

¿Por qué Dios descansó el séptimo día? ¿Lo necesitaba? ¿Qué otro propósito podría haber tenido su descanso?

Aunque algunos comentaristas han sugerido que Dios necesitaba descanso físico después de la Creación, el verdadero propósito del descanso de Dios era brindar un ejemplo divino para la humanidad. La humanidad también debe trabajar durante seis días y luego descansar el sábado. El teólogo Karl Barth sugirió que el reposo de Dios al final de la Creación era parte del “pacto de gracia”, en el que se invitaba a la humanidad ‘a descansar con él [...] participar en el reposo [de Dios]’ ” ( Church Dogmatics, t. 3, parte 1, p. 98).

Al día siguiente de la creación del hombre y la mujer, Dios, en su amor, los llamó a descansar en camaradería, a establecer una comunión íntima con él, a cuya imagen habían sido creados. Ese compañerismo y esa comunión durarían para siempre. Desde la caída de la humanidad, el sábado ha ofrecido un punto culminante semanal en nuestra vida con el Salvador.

¿Cómo responderías si alguien te preguntara cómo ha beneficiado la observancia del sábado tu relación con el Señor?

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