“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” (Apoc. 3:20).

LA IGLESIA DE FILADELFIA

miércoles 16 marzo, 2016

Lee Apocalipsis 3:7. ¿En qué formas se presenta Jesús a esta iglesia? ¿Qué nos dicen estas descripciones acerca de él?

Se felicita a esta iglesia por guardar las palabras de Cristo y por no negar su nombre, aun cuando sus fuerzas parecen ser débiles (Apoc. 3:8). Jesús hace una promesa que intriga: que los miembros de la sinagoga de Satanás pronto irán a los de Filadelfia y les darán homenaje (vers. 9). Esto se relaciona con Isaías 60:14, donde describe que los opresores del pueblo de Dios se postrarán sumisos, en directo contraste con todo el cruel tratamiento que previamente habían dado al pueblo de Dios. De aquí podemos entender que la sinagoga de Satanás había estado haciendo difícil la vida de los primeros cristianos. Como ya vimos, algunas de las iglesias anteriores lucharon con aquellos que enseñaban el error y causaban problemas: una de las maneras en que Satanás opera en contra de las iglesias. Filadelfia, parece, es la que finalmente se quita de encima esta fuente de mal.

Lee Apocalipsis 3:10. ¿Comprendes la perseverancia de la iglesia de Filadelfia? ¿De qué modo prometió Jesús limitar sus pruebas? ¿Qué significa eso para nosotros?

Parece que la iglesia de Filadelfia, igual que las iglesias previas, había pasado por tiempos difíciles, pero con una actitud distinta de la de ellas. Esta es la primera iglesia a la que Jesús no le señala específicamente ninguna falla que debería corregir. Su fe y su cooperación con Dios han sido observadas y apreciadas por el Salvador, a pesar de su “poca fuerza” (vers. 8).

Las promesas al vencedor en esta iglesia incluyen: ser hecho un pilar en el Templo de Dios, de modo que ya no necesiten salir y entrar (Apoc. 3:12); y nombres nuevos que los identificarán plenamente como pertenecientes a Dios, tal vez porque ya se han identificado previamente con él en todos los aspectos de sus vidas.

Si fueras repentinamente al cielo, ahora mismo, ¿cuán bien te encontrarías allí?

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